El mundo esta pasando uno de los momentos mas difíciles, es la amenaza del coronavirus. Que no discrimina estatus social, raza, credo, edad. Es la amenaza a la vida misma y el de nuestro entorno.
Nuestro sistema de salud nacional estatal ya es un colapso en si mismo, solo unas semanas antes de la declaración de pandemia ir a un hospital de categoría 4 en Lima con toda una sintomatología para tu internamiento, si lo hacías, va ser en una camilla improvisada y en los pasadizos aledaños a la emergencia practicamente a la intemperie.
Por ello y muchas otras cosas mas acatemos este aislamiento social y quedémonos en casa para así no rebasar los límites ya endebles de nuestro sistema de salud.
Vengo de una crianza en granja, y me acuerdo que cuando llegaba alguna epidemia que azotaba duro a nuestros animales lo único que tocaba hacer es limpiar, fumigar, desinfectar y aislar (primero a los enfermos porque aún son pocos y luego a los sanos porque en un tiempo llegaron a ser menos), y así esperar con hondo pesar por la mortalidad que pase este mal.
Luego empezar de nuevo
Orlando